Capítulo VIII& 160;08Pág. 08 de 11El papá de las bellezasFelipe Trigo¡Bravo ¡Agosto ¡el caluroso Agosto ... ¡San Sebastián ¿Quién quedaba achicharrándose en Madrid? He aquí el Gran Casino, los ...
El signo de los cuatrodeArthur Conan DoyleÍNDICECapitulo I - La deduccion elevada a la categoria de cienciaCapítulo II - Exposicion del asuntoCapítulo III - En busca de una solucionCapítulo IV - El ...
IgualdadCapítulo XXVIII.Cómo el sistema de la ganancia anulaba el beneficio de los inventosde Edward Bellamy "El asunto general de la hostilidad del capitalismo privado al progreso," prosiguió el ...
UNA de las cosas agradables que observa Lucila es que los niños aprenden mucho más si se les crea un clima feliz. Que cantar y reír les predispone para asimilar mejor las enseñanzas. Por ello cuando ...
SI no creyéramos en el tesón de los alemanes, nos convencería de ello Jans Luder. El regalo que hizo a su hijo Martín a raíz de la obtención del título de Maestro en Artes, fue el Corpus Iuris Civilis ...
Los tres mosqueterosEl señor Bonacieuxde Alejandro Dumas (padre) Como se ha podido observar, en todo esto había un personaje que, pese a su posición, no había parecido inquietarse más que a medias ...
Memorias de un cortesano de 1815& 160;: 20de Benito Pérez Galdós Entr& 243; risue& 241;o, rebosando alegr& 237;a, repartiendo sonrisas, cautivando con su amabilidad de tal suerte, que la tertulia s& ...
Odisea - Canto XVIII: Los pretendientes vejan a Odiseo.de Homero 1 Llegó entonces un mendigo que andaba por todo el pueblo; el cual pedía limosna en la ciudad de Itaca, se señalaba por su vientre ...
... su carrera y en ella no puede ir el alma absorta de su Dios. Así espero á que me muera para verlo, pues única soporta la muerte á la verdad nuda y entera. S. 15 X 10.
Rimas Gustavo Adolfo BécquerDel salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa. ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en la ...
Rimas Gustavo Adolfo BécquerAntes que tú me moriré: escondido en las entrañas ya el hierro llevo con que abrió tu mano la ancha herida mortal. Antes que tú me moriré: y mi espíritu, en su empeño ...
(Verona, Italia, 17-II-1885 – Munich, Alemania, 1-X-1968). Sacerdote y teólogo alemán. Estudió en Tubinga y Friburgo, donde se doctoró en Teología. Ordenado sacerdote, fue profesor de Filosofía en ...
Novelas y cuadros de la vida sur-americana Teresa la Limeña - Capítulo Vde Soledad Acosta de Samper Entre las bellezas notables y de moda entonces en Lima, había una linda muchacha llamada Rosita ...
Viaje al centro de la TierraCapítulo 11de Julio Verne Al anochecer di un corto paseo por las playas de Reykiavik, y me recogí temprano, acostándome en mi cama de gruesas tablas, en donde me dormí ...
Ana KareninaTercera parte: Capítulo XXXde León Tolstoi A finales de septiembre llevaron madera para construir los establos en la tierra trabajada a medias, vendieron la mantequilla y se repartieron ...
Ana KareninaSexta parte: Capítulo IVde León Tolstoi Vareñka estaba muy atractiva, con su pañuelo blanco sobre la negra cabellera, rodeada de niños, ocupándose alegremente de ellos y visiblemente ...
Ana KareninaSéptima parte: Capítulo XXVde León Tolstoi La reconciliación era completa. Ana, desde por la mañana, se puso a hacer los preparativos para la salida de Moscú. Aunque todavía no habían ...
Arroz y Tartana& 160;: 8de Vicente Blasco Ibáñez La vela del Corpus, con sus anchas listas azules y blancas, sombreaba desde los altos m& 225;stiles la plaza de la Virgen.La muchedumbre, endomingada, ...
nonePág. 106 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezCañamel, de quien se burlaba en otro tiempo, era un obstáculo insuperable. El odio que sentía hacia el marido le hacía ir en busca de su abuelo, ...
Cumandáde Juan León Mera Al Excmo. señor director de la Real Academia EspañolaSeñor:hjiolji,Texto de titularNo sé a qué debo la gran honra de haber sido nombrado miembro correspondiente de esa ilustre ...
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