nonePág. 141 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezSí que se sentía mal. No había más que ver su cara amarillenta, sus ojos que en vano pugnaban por abrirse, sus piernas que no podían sostenerse ...
Capítulo VIII& 160;09Pág. 09 de 20CaramurúAlejandro Magariños CervantesEl TubicháNo ha muchos años existía en nuestro país una esforzada tribu, aunque pequeña, la más belicosa e indómita del Plata, y ...
nonePág. 1 de 5El castigo de la miseriaMaría de Zayas y SotomayorA servir a un grande desta Corte vino de un lugar de Navarra un hijodalgo, tan alto de pensamientos como humilde de bienes de fortuna ...
Grandes esperanzasde Charles Dickens Capítulo XXXIVComo me había acostumbrado ya a mis esperanzas, empecé, insensiblemente, a notar su efecto sobre mímismo y sobre los que me rodeaban. Me esforzaba ...
San Martín en 1818. «Nada prefirió más que la libertad de su Patria», reza la leyenda que figura a la izquierda.AL poco tiempo de su llegada a Madrid, ingresa San Martín en el Real Seminario de Nobles ...
¡Oh pasto cubierto de rocío, pasto de las praderas carolinenses,pasto por el cual me siguió Rebecca, llorando, llorabael niño en sus brazos, lloraban los tres que la seguían, todos lloraban,alargando ...
La blanca en el valor, venida a Españade Lope de Vega De doña Blanca de BorbónSoneto 186& 160;& 160;& 160;La blanca en el valor, venida a España, y en Francia y en el mundo, más preciosa,vertiendo ...
Los tres mosqueterosUna cena de procuradorde Alejandro Dumas (padre) Mientras tanto, el duelo en el que Porthos había jugado un papel tan brillante no le había hecho olvidar la cena a la que le había ...
Papeles rotos de las propias manosde Lope de Vega A unos papeles rompidosSoneto 190& 160;& 160;& 160;Papeles rotos de las propias manos que os estimaron por reliquia santa,bien muestra ahora el viento ...
Carlos VI en la Rápita Capítulo XII de Benito Pérez Galdós «Ya comprendo -le dije- tu impaciencia por llegar a Tetuán. Allí tienes a los médicos del Ejército español, entre los cuales los hay de ...
El retrato de Dorian GrayCapítulo 9de Oscar Wilde Cuando estaba desayunando a la mañana siguiente, el criado hizo entrar a Basil Hallward.-Me alegro de haberte encontrado, Dorian -dijo el pintor con ...
VParte Primera (Capitulo IX)de Benito Pérez Galdós Ido seguía corroborando, aunque no había entendido aquello de la yeción, ni lo entendiera nadie. Con tal palabra Izquierdo expresaba una colisión ...
Grito de gloria& 160;: 12de Eduardo Acevedo Díaz Avanzaba la tarde llena de celajes, destemplada, presagiando noche de hielo. El sol descend& 237;a, y ya sobre el horizonte sus rayos mortecinos abri& ...
YA hemos dicho que Franklin en su juventud se sintió orgulloso de ser anglosajón. La Inglaterra que había ahuyentado a su padre por cuestiones religiosas, a él le atraía. A los dieciocho años hizo su ...
IV& 160;019Pág. 019 de 121La lucha por la vida II Primera partePío BarojaLa baronesa de Aynant, sus perros y su mulata de compañía Se prepara una farsaPoco trabajo, poca comida y ropa limpia; estas ...
Rojo y negrode Stendhal Una profesiónLa emoción se había apoderado detodos los corazones. Parecía como sila gloria de Dios hubiese descendidoa aquellas calles, engalanadas yenarenadas por la piedad ...
Veinte años después: Capítulo LXI. Los caballerosde Alejandro Dumas -Interin dirigíase Mordaunt a la tienda de Cromwell, conducían Artagnany Porthos a sus prisioneros a la casa que se les había ...
nonePág. 13 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezEl tío Paloma había conservado las preeminencias de su padre. Era el primer barquero del lago, y no llegaba a la Albufera un personaje que no lo ...
La isla del tesoroCapítulo 10: La travesíade Robert Louis Stevenson Aquella noche la pasamos en el natural ajetreo que precede a zarpar, dando las últimas disposiciones sobre los pertrechos, y ...
Clarinda, Amor se corre, y no consientede Lope de Vega A una dama que dejaba lo que amaba por interés de lo que aborrecíaSoneto 65& 160;& 160;& 160;Clarinda, Amor se corre, y no consiente que Adonis ...
4.274 palabras
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