Los Ayacuchos Capítulo XXXVIIde Benito Pérez Galdós Trastornado, en efecto, parecía el buen Hércules. Su voz no era clara ni segura, ni sus ideas las de un hombre en perfecto equilibrio cerebral. « ...
Macbeth - Acto IVde William Shakespeare ACTO IVESCENA PRIMERAEl antro de las brujas. En media de una caldera hirviendo. Noche de tempestadBRUJAS, HÉCATE, MACBETH, VARIAS BRUJAS Y LÉNNOXBRUJA 1.ª. - ...
NieblaXIVde Miguel de Unamuno Notó Augusto que algo insólito le ocurría a su amigo Víctor; no acertaba ninguna jugada, estaba displicente y silencioso.–Víctor, algo te pasa...–Sí, hombre, sí; me pasa ...
Si de la sombra de tu cuerpo santode Lope de Vega Soneto XLVII& 160;& 160;& 160;Si de la sombra de tu cuerpo santopuesto en la cruz un bárbaro homicidarecibe luz para pedirte vida,y vida eterna por ...
ESTAS páginas no son lugar adecuado para detallar la historia de la pintura moderna, ni siquiera de sus fases más destacadas. Aunque corta en años, fue muy larga y dramática la lucha de los pintores ...
CON la llegada de la República se acentuó el natural escéptico de Pío Baroja, que no las tenía todas consigo por lo que pudiese llegar a suceder.Pío Baroja el día de su ingreso en la Academia. Con él ...
A prueba: Capítulo 3de Felipe Trigo Lisboa parecía el bello lugar de descanso elegido al fin por las damas. Junto a una quinta real, al otro lado del Tajo, frente al puerto, habían tomado en alquiler ...
Capítulo IV& 160;54Pág. 54 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezEl segundo domingo de julio era para el Palmar el día más importante del año.Se sorteaban los redalins, los puestos de pesca de la ...
El príncipe malvadode Hans Christian Andersen Érase una vez un príncipe perverso y arrogante, cuya única ambición consistía en conquistar todos los países de la tierra y hacer que su nombre inspirase ...
El saludo de las brujas Primera parte - Capítulo IIde Emilia Pardo Bazán El hijoPor corto espacio calló Felipe María, recogiéndose, en actitud del que medita y delibera. Después, como embelesado, ...
El Señor de Bembibre Capítulo VIde Enrique Gil y Carrasco La escena que acabamos de describir causó mucho desasosiego en el ánimo del señor de Arganza, porque harto claro veía ahora cuán hondas ...
La corona de fuego o los subterráneos de las torres de Altamirade José Pastor de la Roca Capítulo VII - En el cual se despeja una incógnitaLa máscara cayó, que tiempo eraDe arrojar ese veloY ...
Poesías religiosas, caballerescas, amatorias y orientales Leyenda del Cidde Juan Arolas Non oléis a almizcle... Por esposas han pedido Los Infantes de Carrión Las buenas hijas del Cid Que es ...
- Capítulo VIII -& 160;08Pág. 08 de 30Los Pazos de UlloaEmilia Pardo BazánMientras se raía con la navaja de barba los contados pelos rubios que brotaban en sus carrillos, Julián maduraba un proyecto: ...
Prosas profanas y otros poemas: Margaritade Rubén Darío In memoriam... ¿Recuerdas que querías ser una Margarita Gautier? Fijo en mi mente tu extraño ...
Rojo y negrode Stendhal El amor moralThere also was of course in Adeline.That calm patrician polish in the adress,Which ne’er can pass the equinoctial line.Of any thing which Nature would express:Just ...
Acto Tercero& 160;87Pág. 87 de 108San Isidro labrador de Madrid Acto IIILope de Vega¡Ay, Señor , que mis pecados habrán sido la ocasión, mas regalos vuestros son, que es día de convidados. Pero ...
-No te fatigues tanto, Timbrio -dijo Damón-, que el Silerio que Erastro dice es el mesmo que tú dices, y el que desea saber más de tu vida que sostener y augmentar la suya propria; porque, después ...
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