Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 90ª nochede Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 90ª NOCHEElla dijo:He aquí lo relativo al incienso de las defecaciones patriarcales. Pero en cuanto al ...
Las mil y una noches - Tomo III Pero cuando llegó la 316ª nochede Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 316ª NOCHEConcluida la cosa entre el rey y Schehrazada, la pequeña Doniazada exclamó desde el lugar ...
Jornada II& 160;046Pág. 046 de 102Los amantes de Teruel (Tirso de Molina) Jornada IITirso de MolinaMARSILLAEn tierra estás, vuelve en ti. LAÍN¿Por vida mía? MARSILLA¿No lo ves, nuevo Jonás? LAÍNMi ...
Los trabajos de Persiles y SegismundaLibro Segundo Capítulo XIXde Miguel de Cervantes y Saavedra Segundo LibroCapítulo Diez y NueveCuenta Renato la ocasión que tuvo para irse a la isla de las Ermitas ...
Escena primeraDelante del castilloEntran CASSIO y algunos MÚSICOSCASSIO.- Tocad aquí, maestros... Yo recompensaré vuestras molestias... Algo que sea breve, y expresad el «¡Buenos días, general » ( ...
Para tomar de mi desdén venganzade Lope de Vega A dos niñasSoneto 22& 160;& 160;& 160;& 160;Para tomar de mi desdén venganza, quitóme Amor las niñas que tenía,con que miraba yo, como solía,todas las ...
Veinte años después: Capítulo LXXII. El enmascaradode Alejandro Dumas No eran más que las cuatro de la tarde y ya no se veía; caían espesos yglaciales copos de nieve. Aramis volvió a la posada y ...
Ya vengo con el voto y la cadenade Lope de Vega Soneto 162& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;Ya vengo con el voto y la cadena, desengaño santísimo, a tu casa, porque de la mayor coluna y basa ...
Al viento se encomienda, al mar se entregade Lope de Vega Soneto 132& 160;& 160;& 160;Al viento se encomienda, al mar se entrega, conjura un áspid, ablandar procuracon tiernos ruegos una peña dura ...
Humana cosa es tener compasión de los afligidos, y aunque a todos conviene sentirla, más propio es que la sientan aquellos que ya han tenido menester de consuelo y lo han encontrado en otros: ent ...
Don Segundo Sombra: XXde Ricardo Güiraldes Junto con la noche, terminó mi andar. A la madrugada, según mis previsiones, llegué a un puesto aseadito, en el que encontré a mi padrino, disponiéndose a ...
El equipaje del Rey José& 160;: 2de Benito Pérez Galdós Salvadorcillo Monsalud era un joven de veinti& 250;n a& 241;os, de estatura mediana y cuerpo airoso y flexible. Su rostro moreno asemej& 225; ...
El Príncipe y el mendigoCapítulo XXXIIIEduardo como reyde Mark Twain Miles Hendon ya era bastante pintoresco antes de meterse en el motín del Puente de Londres, pero lo era mucho más cuando salió de ...
nonePág. 4 de 7El purgatorio de San Patricio Jornada 2 Cuadro 3Pedro Calderón de la BarcaPatricio. Oye, Egerio, la respuesta. Yo concedo que del alma bautizada, centro sea o la gloria o el infierno ...
La barraca& 160;: Vde Vicente Blasco Ibáñez Todos los días, al amanecer, saltaba de la cama Roseta, la hija de Batiste, y con los ojos hinchados por el sueño, extendiendo los brazos con gentiles ...
La estafeta romántica& 160;: 18de Benito Pérez Galdós De D. Jos& 233; M. de Navarridas (incluyendo esquelas de las ni& 241;as de Castro) a Fernando Calpena De La Guardia, a 6 de Mayo.Ilustre se& 241; ...
La Montálvez-Parte II: Capítulo XIIde José María de Pereda Sobre este apreciable matrimonio apenas se veía la huella del tiempo corrido desde que el lector le conoció, con motivo de una visita que le ...
Las águilas de Carlos soberanode Lope de Vega Al casamiento de Filipo III y Margarita de Austria Nuestra SeñoraSoneto 196& 160;& 160;& 160;Las Águilas de Carlos soberano, al gran Filipo en cielo ...
Una liebre atraviesa el caminoMiguel Strogoff podía, al fin, creer que la ruta hacia Irkutsk estaba libre. Se había adelantado a los tártaros, retenidos en Tomsk, y cuando los soldados del Emir ...
El audaz Capítulo IVde Benito Pérez Galdós Capítulo IV - La escena campestreI-Acepta el brazo del Sr. D. Narciso y no seas tan desabridota -decía por lo bajo a su hija la buena de doña Bernarda al ...
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