Ángel Guerra Primera parte - Capítulo V - Ciónde Benito Pérez Galdós IPor la noche recayó Ción. Era una fiebre de crecimiento, según dijo Augusto, intensísima, con aceleración extraordinaria de los ...
Escena V& 160;014Pág. 014 de 107Cautela contra cautela Acto ITirso de MolinaENRIQUE(Aparte, a CÉSAR.)& 160;¿Qué dices? CÉSARQue ama de veras. LUDOVICO(Aparte, a los dos.)& 160;Más quisiera alg ...
Cumandáde Juan León Mera Capítulo VI - Años antesEra un día del mes de diciembre de 1808. Fray Domingo de Orozco, dominicano que servía de cura de Andoas, hacía cosa de seis meses, lo pasó más ...
El paraíso de las mujeres: Capítulo Vde Vicente Blasco Ibáñez La lección de Historia del profesor FlimnapGillespie, que había puesto en duda la civilización avanzada de estos pigmeos, tuvo que ...
FRANKLIN Y SU ENTORNOPOLITICA Y SOCIEDADCIENCIA Y PENSAMIENTOARTES Y LETRAS1706Benjamín Franklin nace en Boston el 17 de enero.Fundación del The Evening Post.Victoria angloaustríaca en Ramilles y ...
Richard Wagner, por C. Jäger.ADOLF Wagner y su hermana —la altísima y espectral Friederike— vivían en la famosa «Casa Thomé», en el corazón de Leipzig. En esa mansión se habían alojado todas las ...
Amalia: La casa sola Cuarta parte, Capítulo 13de José Mármol Siguiendo el camino del Bajo que conduce de Buenos Aires a San Isidro, se encuentra, como a tres leguas de la ciudad, el paraje llamado ...
Jornada III& 160;68Pág. 68 de 88La gran sultana Jornada IIIMiguel de CervantesMADRIGALY has de saber que es la historia 370de la vida de tu gloria; y cantaréle muy presto, porque soy único en esto, ...
... , levantándola, la vuelve bandera.Contra el viento, esta pielde toro, del burel cubierto de sangre,es ya harapo hinchado por el orodel sol, librado para siempre al martiriodel tiempo, oración...
Los cuatro jinetes del Apocalipsisde Vicente Blasco Ibáñez Primera ParteV - Donde aparecen los Cuatro JinetesLos dos amigos vivieron en los d& 237;as siguientes una vida febril, considerablemente ...
Vidas paralelas Pirrode Plutarco IRefiérese que después del diluvio fue Faetón el primero que reinó sobre los Tesprotos y Molosos, siendo uno de los que con Pelasgo vinieron al Epiro; pero otros ...
A veces me irrita darme cuenta de que escribir está lleno detrampasaprender a escribir es aprender a manejar trampasy forjar las propias trampas lo que se llama geniocómo entonces hablarde la ...
Don Segundo Sombra: XIVde Ricardo Güiraldes Tusé mis caballos, chiflando de contento, y acomodé mis prendas conprolija satisfacción. Los pesos, que sentía hinchar mi tirador, me daban un aplomo de ...
El tulipán negroCapítulo XXI: El segundo bulbode Alejandro Dumas La noche fue buena y la jornada del día siguiente mejor todavía.En los días precedentes, la prisión se había hecho pesada, sombría, ...
La desheredadaSegunda ParteCapítulo XVILas ideas de Mariano.- La síntesisde Benito Pérez Galdós La Sanguijuelera acompañó a su sobrina a la siguiente mañana, obsequiándola con una retahíla de ...
Los duendes de la camarilla Capítulo XIVde Benito Pérez Galdós -¡Pero este D. Mariano... ¿No te parece que está loco?... Y esa noticia de militares, ¿qué será?... ¿Pues sabes que me ha dejado ...
TherosCapítulo VIde Benito Pérez Galdós Y era la verdad que caminaba con rapidez, traspasando ya la fragosa sierra que es muro de Castilla. Había caído mansamente la tarde, y con la mudanza del cielo ...
... a recorrer valles y bosques, donde asu madre el cervatillo sigue, donde Ia encinacon sus anchas ramas al sol mal que le peseentrar impide.Partamos, que este sitio retirado infunde alos viajeros pavor ...
Los tres mosqueterosLos mosqueteros del rey y los guardias del señor cardenalde Alejandro Dumas (padre) DArtagnan no conocía a nadie en París. Fue por tanto a la cita de Athos sin llevar segundo, ...
Visiones del crepúsculode Evaristo Carriego Ya la tarde libra el combate postrero en las flechas de oro que lanza al acaso, y se va -como un príncipe, caballero en el rojo corcel del Ocaso-. Se ahonda ...
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