Cerámica realizada a base de pastas blancas porosas (sin chamota), compuestas generalmente de arcillas blancas (puras) y caolín en un 50-60 %, cuarzo y fundentes (feldespato y carbonato de calcio o magnesia). Las piezas se pueden trabajar a mano y a torno, aunque las más usuales son las realizadas a máquina, o coladas en moldes de yeso. Como se trata de pastas porosas, en el caso de la loza tiene gran importancia el barniz, capa o cubierta de la que siempre van revestidas, y que debe estar uniformemente extendida sobre la superficie del objeto, ya sea afín al material base y a su coeficiente de dilatación, o bien parecido al de la pieza, para evitar resquebrajaduras durante su enfriamiento. Para ello se emplean compuestos de plomo y estaño, además del espato de flúor y la criolina. En la fabricación de vajillas de loza, el proceso se inicia con la preparación de la pasta y la cubierta adecuadas, el moldeo de las piezas, la cocción del bizcocho (primera cocción de la...