(Goslar, Alemania, 11-XII-1050 – Lieja, Bélgica, 7-VIII-1106). Emperador de Alemania (1056-1105). Hijo de Enrique III, al que sucedió cuando apenas contaba seis años; ejercieron la regencia su madre, Inés de Aquitania, y los arzobispos de Colonia y Bremen. A poco de asumir el gobierno efectivo hubo de sofocar una grave revuelta nobiliaria, a la que prestaron su apoyo varios prelados. El monarca alemán solicitó de la Santa Sede la destitución de aquellos eclesiásticos. El papa Gregorio VII, que acababa de promulgar una serie de medidas tendentes a liberar a la Iglesia de las ingerencias del poder laico, se negó. Enrique IV reunió un conciliábulo en Worms (1076), que declaró depuesto al pontífice. El papa respondió excomulgando al emperador y dispensando a sus súbditos del juramento de fidelidad. Había comenzado la «querella de las investiduras». Enrique IV, conminado por un sector del clero y de la nobleza de Alemania, se apresuró a reconciliarse con la Iglesia. En...