Argumento La acción de la película transcurre en Roma, pero una Roma en la que no aparecen monumentos, donde las calles de barrios suburbiales son grises y las casas, feas. El argumento tiene como protagonista a un parado que encuentra trabajo para pegar carteles, pero para obtenerlo necesita una bicicleta. Consigue comprar una después de empeñar enseres domésticos, pero se la roban en su primer día de trabajo. Junto con su hijo inicia una desesperada búsqueda de la bicicleta por las calles de la ciudad. Cuando encuentra al ladrón, se da cuenta de que es más desgraciado que él, por lo que opta por robar él mismo una bicicleta, pero es atrapado en el intento. Tras el rodaje, el propio De Sica contó que después de dirigir El limpiabotas (Sciuscià, 1946) había leído cerca de 40 guiones interesantes, pero que andaba buscando una historia que aparentemente no fuera extraordinaria “que le pudiera pasar a cualquiera, de las que no se hacen eco los periódicos”, dijo. La historia se la proporcionó Cesare Zavattini, quien le dijo que había leído un bello libro, Ladrón de bicicletas, de Luigi Bartolini, que le había inspirado una historia que había escrito para que él la convirtiera en una película.