Las mil y una noches:348

23/10/2009 1.200 Palabras

Las mil y una noches - Tomo III Pero cuando llegó la 354ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 354ª NOCHE Ella dijo: ... Yo quedé estupefacto. Y dije desde el fondo de mi alma: "¡Ahora o nunca es la ocasión!" Y empujando con un hombro, derribé la puerta y me precipité en la sala blandiendo mi cuchillo de carnicero, tan afilado, que cortaba el hueso mejor que la carne. Me abalancé resueltamente sobre el enorme mono, del que no se movió ni un solo músculo de tanto como sus ejercicios le habían extenuado; le apoyé con brusquedad mi cuchillo en la nuca, y de un golpe le separé del tronco la cabeza. Entonces la fuerza vital que residía en él salió de su cuerpo con gran estrépito, estertores y convulsiones, hasta el punto de que la joven abrió de repente los ojos y me vio con el cuchillo lleno de sangre en la mano. Lanzó entonces tal grito de terror, que por un momento creí verla expirar sin remedio. No obstante, al ver que yo no la quería mal, pudo recobrar...

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