La fontana de oro : 23

19/05/2024 4.623 Palabras

La fontana de oro Capítulo XXII El «vía-crucis» de Lázaro de Benito Pérez Galdós Lázaro continuó andando sin dirección fija. Su brusca y misteriosa salida de la cárcel, el conocimiento de Bozmediano y el aturdimiento producido por sus palabras, le impidieron por algún tiempo darse clara cuenta de su difícil y rarísima situación. Pero cuando se vio solo y anduvo un buen rato, empezó a comprender que no tenía a dónde ir, ni a quién dirigirse, ni con quién vivir. Las palabras dichas por el viejo no le dejaban duda respecto a su carácter. Era un realista fanático, un ciego amante de la tiranía. Con los ojos encendidos de cólera y el habla venenosa y fuerte, le había dicho que no fuera a su casa mientras no cambiara de ideas. ¿Qué hacer? Era imposible vivir con aquel hombre misántropo y cruel, melancólico y feroz como un fanático musulmán. ¡Cuán contrarias las ideas de uno y otro! ¿Qué podía hacer? ¿Fingir y ser hipócrita? ¿Aparentar un amor...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info