Don Segundo Sombra: 15

16/03/2011 3.656 Palabras

Don Segundo Sombra: XV de Ricardo Güiraldes ¡Qué estancia ni qué misa! Ya podíamos mirar para todos lados, sin divisar más que una tierra baya y flaca, como asonsada por la fiebre. Me acordé de una noche pasada al lado de mi tía Mercedes (dale con mi tía). Los huesos querían como sobrarle el cuero y estaba más sumida que mula de noria. Pero mejor es que lo sangren a uno los tábanos y no acordarse de esas cosas. Habíamos dejado la tropa en un potrero pastoso, antes de que nos mandaran para la costa, a hacer noche y descansar en un puesto. ¡Bien haiga el puesto! Desde lejos lo vimos blanquear como un huesito en la llanura amarilla. A un lado tenía un álamo, más pelado que paja de escoba, al otro tres palos blancos en forma de palenque. La tierra del patio, despareja y cascaruda, más que asentada por mano de hombre parecía endurecida por el pisoteo de la hacienda que, cuando estaba el rancho solo, venía a lamer la sal del blanqueo. Don Sixto Gaitán, hombre seco...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info