Astronomía óptica y radioastronomía La radioastronomía presenta algunas ventajas respecto a la Astronomía visible. Las observaciones radioastronómicas pueden efectuarse no solamente de noche, sino también en pleno día. Las ondas de radio no se detienen ante las polvaredas y ante las nubes, y no es, por lo tanto, indispensable contar con un cielo claro para poder observar. Por último, puede utilizarse un enrejado como espejo para las ondas de radio, lo que permite obtener superficies colectoras muy grandes, mucho más grandes que las de los espejos ópticos de los telescopios. Pero un espejo de radio tiene una potencia separadora mucho menor que un espejo óptico de la misma dimensión: no permite distinguir tantos detalles. Así, para tener la misma potencia separadora, en la longitud de onda de 21 cm, que el anteojo de Galileo, o sea, de unas 6?, ¡habría que construir un radiotelescopio de 8 Km de diámetro! De todos modos, las técnicas modernas de interferometría, al utilizar simultáneamente varios radiotelescopios, permiten obtener detalles más minuciosos que los conseguidos con espejos ópticos únicos.