Del apareamiento a la formación de la pareja La mayoría de los animales se acoplan, de hecho, mediante cópula y fecundación interna. Los órganos especiales del macho penetran en la vagina de la hembra, donde depositan su esperma. Muchas aves que viven en grupos en otoño y en invierno, se aíslan más o menos para nidificar y entonces se forman parejas. Unas aves son monógamas (como la cigüeña, por ejemplo), y otras polígamas (el troglodita). En muchas especies, los monos sobre todo, se forman harenes dominados por un macho. La monogamia es menos frecuente entre los mamíferos que entre las aves, pero se da en la nutria marina, el castor y el gibón.