De los orígenes de la música occidental al canto gregoriano

15/09/2015 1.784 Palabras

La danza en la Antigüedad Según los antiguos, los dioses enseñaron la danza a los hombres en la isla de Creta, para que éstos se regocijaran al rendirles culto. Religiosa por su esencia, la danza es el medio ideal para la comunicación con los dioses. Las danzas dionisiacas son las más antiguas entre los bailes griegos. Dionisos, que a un tiempo es la divinidad del renacimiento primaveral, de la fertilidad y de la embriaguez, aparece representado a menudo en los vasos antiguos rodeado por un cortejo ruidoso de sátiros y de bacantes sumidas en el delirio. Hacia el s. VII a. C., las danzas consagradas a este dios aparecen inscritas en el calendario de las fiestas litúrgicas; las «dionisiacas» se celebran en primavera, con banquetes y procesiones orgiásticos, junto a concursos de ditirambos y a poemas dramáticos cantados y danzados. Los griegos consideraban que la práctica asidua de la danza permite un equilibrio perfecto, tanto intelectual como corporal. Para Platón, constituye un elemento esencial en la educación de los jóvenes. En Esparta, las danzas gímnicas están asociadas con los ejercicios de combate en la formación de los jóvenes guerreros. La danza guerrera más conocida, la pírrica, imita los movimientos de los combatientes en sus actitudes defensivas, al parar los golpes de los adversarios, u ofensivas, al blandir el arco o la jabalina. En tiempos del Imperio romano, el arte de la danza se ve dominado por la influencia helénica. Las danzas de entretenimiento llegan a tener una gran difusión.

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